Laureano Rodríguez fue ejemplo del gran comerciante gallego en Cuba. La importante posición que consiguió gracias a sus negocios se tradujo en una relevante posición social que lo llevó a ocupar importantantes puestos, tanto en el seno de la colonía gallega como en la administración colonial. Estamos, pues, delante del paradigma del emigrante triunfador.

Laureano Rodríguez y Rodríguez nació en A Guarda el 4 de mayo de 1839. Estudió filosofía en el seminario de Tui. En 1859 abandona el seminario para dedicarse al comercio. Es por esta época cuando llega a Cuba. Mientras, su experiencia en la emigración no se restringió a la isla caribeña, pues, vivió en México durante el periodo en que el país estuvo regido por Maximiliano de Habsburgo.

Fue conocido por su gran saber en Derecho Mercantil, en materia arancelaria y en tratados de comercio. En 1879 la Intendencia de Hacienda lo nombró vocal secretario de la Junta de Valoraciones. Desde 1880 desempeñó gratuitamente el cargo de profesor de Geografía Universal y de España del plantel del Centro Gallego.

Desde 1881 a 1888 residió en Santiago de Cuba, donde contribuyó a la constitución del Centro de Comercio, de la Junta de Obras del Puerto y de la Cámara Oficial de Comercio. Fue elegido como vocal del Centro Gallego para el año social de 1880/1881. Fue presidente de la Liga de Comerciantes, Industriales y Agricultores de la Isla de Cuba; representando a esta corporación fue también miembro de la Liga Arancelaria, institución fundada en noviembre de 1890. Como representante de esta entidad salió para Madrid el 17 de febrero de 1895 con el objetivo de tomar parte en las deliberaciones para la reforma de los aranceles de Cuba.

Fue colaborador del semanario "El Eco de Galicia", publicando trabajos entre 1878 y 1885. Fue socio de mérito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana. En 1898 ocupó el cargo de Secretario de Agricultura, Industria y Comercio en el Gobierno autónomo cubano. Sus conocimientos fueron empleados en los primeros años de la República, tanto por los presidentes como por los Secretarios de la Hacienda y Estado.

Falleció en la Habana en 1915.