El mayor incensario del mundo

El Botafumeiro de Santiago mide metro y medio y pesa 54 quilos.
El mayor incensario del mundo

Frente al altar del Apóstol, una atmósfera de niebla, silencio  respeto recorre el interior de la Catedral entre la plaza de las Praterías y la Acibechería. Es el botafumeiro, el mayor incensario del mundo que sobrevuela las cabezas de cientos de peregrinos que aquí se congregan para gozar de esta extraña mezcla de devoción, espectáculo y aroma de siglos.

El botafumeiro es la gran atracción. Construido en metal plateado, se trata de un incensario de metro y medio de altura y unos 54 kilos de peso. Su origen es, dicen, tan antigua como la propia Catedral y nació con una doble intención: por un lado es un símbolo de culto al Apóstol, por otra, un sistema de higiene para purificar el ambiente en los tiempos en que los peregrinos dormían dentro de la Basílica.

El mecanismo que posibilita el funcionamiento del botafumeiro está colgado del ciborio gótico, sobre el cruceiro, a una altura de 32 metros. Lo sostienen unas cuerdas de fibra vegetal de unos cinco centímetros de grosor. El incensario que se emplea habitualmente (todos los días en los años santos por lo menos en la misa de las doce y siempre en grandes actos o cada vez que un grupo de visitantes costea su puesta en funcionamiento) fue hecho en 1851.

(El capítulo completo y más singularidades de Galicia, en el libro Galicia en cen prodixios, de Henrique Alvarellos (Edicións Xerais, 2004))

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