Galicia es la primera potencia mundial en cultivo y comercialización del mejillón y se coloca de segunda después de China en cuanto a producción y extracción de este bivalvo, pues este país oriental emplea una buena parte de su producción para la piscicultura (como alimento de otros peces). El cultivo de nuestro molusco más internacional se hace en las conocidas bateas de las rías, unas plataformas flotantes que ya forman parte del paisaje de la Galicia costera del sur. Actualmente hay 3.337, la mayor parte de ellas en la ría de Arousa. Producen anualmente más de 250.000 toneladas de mejillón lo que supone un 40% de la producción europea de este bivalvo. Su explotación es familiar, con una media de 1,8 bateas por familia.

En total, la producción mejillonera genera unos 18.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos, según datos del Consejo Regulador del Mejillón de Galicia referentes a 2003, y un volumen de facturación anual que oscila entre los 90 y los 110 millones de euros (de 15.000 a 18.000 millones de pesetas). La primera batea de Galicia se fundó en 1945 en la ría de Arousa, su constructor fue Afonso Ozores Saavedra, perfeccionando experiencias de la costa catalana.

(El capítulo completo y más singularidades de Galicia, en el libro Galicia en cen prodixios, de Henrique Alvarellos (Edicións Xerais, 2004))