¿Sabes de qué poeta son los versos gallegos que lucen en la Antártida?

  • En la imagen, las y los integrantes de la XXXI Campaña Antártica
    En la imagen, las y los integrantes de la XXXI Campaña Antártica
  • Javi, Víctor y Antonio, los gallegos de la expedición
    Javi, Víctor y Antonio, los gallegos de la expedición
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Santiago de Compostela, 17 de febrero de 2018.

Transcribimos aquí el artículo de Antonio Piñeiro Un poema na Antártida, publicado en el periódico ourensano La Región, en el que relata la historia del cartel -y da a conocer los versos en él grabados- clavado en la Isla Decepción que indica la distancia hasta Celanova desde ese punto de la Antártida:

«Anteayer por la noche, mientras hacía tiempo para la cena me llegó un mensaje de un pariente que reside en Caracas en el que me adjuntaba una fotografía de tres militares españoles fotografiados al lado de ese reconocido indicador que señala los miles de kilómetros que separan aquel lejano lugar del resto del mundo, agarrando los tres de una bandera gallega y alcanzando a ver, sobre el poste indicativo, entre otros, una señal de madera en el que se lee: "Celanova 12556 Km".

La fotografía en cuestión está colgada en la web de la Xunta de Galicia, más concretamente en el espacio de la Secretaría Xeral da Emigración, bajo un titular que ponen: "Galleguidad a casi 13.000 Km de Compostela". La nota contextualiza después la imagen, indicando que "el grupo de militares de la XXXI Campaña Antártica y el grupo de científicos de la Base Gabriel de Castilla aprovecharon su paso por la Isla Decepción para dejar claro que tres de sus miembros, Javi, Víctor y Antonio, son gallegos..., y que están a 12.556 kilómetros, por ejemplo, del ayuntamiento ourensano de Celanova".

Seguro que ahora le estará comiendo por dentro la respuesta a cómo fue que llegó tan lejos una placa señalando mi tierra. Pues bien, se lo voy a explicar enseguida, porque, como todo, el asunto tiene su pequeña historia y un simbólico secreto.

El hecho de que mi primo me hubiese alertado sobre la placa tiene su razón de ser porque en verano, cuando estuvo en Celanova, andaba yo envuelto en su manufactura con la técnica del pirograbado. Un día que vino por la casa la vio y entonces le conté lo mismo que le voy a contar ahora a usted de inmediato.

Resulta que, como ha sido publicado en varias ocasiones -también en este periódico-, uno de los militares participantes en la expedición es el capital Antonio Donis, natural del ayuntamiento de A Bola e hijo, por lo tanto de las tierras de Celanova. Él fue quien me sugirió la idea de llevar con él la placa y yo -lógicamente, con su aprobación- le di una pequeña vuelta y la evolucioné, preguntándole si habría algún inconveniente por parte de sus superiores en que, además de la señalización de la distancia, fueran incluidos en ella unos cuantos versos de un poema.

No hizo más que decirme que sí y yo me puse manos a la obra, cortando y grabando la madera, no sólo con el nombre de mi villa y los kilómetros ya referidos, sino incluyendo en una esquinita los cuatro primeros versos del poema Alma da terra que escribiera  Celso Emilio, precisamente en Caracas, y que dice: "Lonxana Celanova vinculeira/ torre ebúrnea da miña mocedade/ cando te lembro sae da súa toqueira/ coma un furón de soños, a saudade...".

Ya hace días que Antonio Donis me hizo llegar una foto de la placa allí plantada ¡y no sabe usted la ilusión que me hizo! Pero ahora, cuando me volvió a llegar, vía Caracas, entonces fue cuando ciertamente me enteré de la verdadera dimensión con la que nos puede sorprender la magia».

 

Fuente: La Región

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